¿El Universo está tratando de decirte algo?
Inspirado por Nick Polizzi
Fundador, The Sacred Science
¿Alguna vez has notado ciertos patrones en tu vida que siguen sucediendo una y otra vez?
Tal vez sea un número. Como cuando ves las 11:11 en un reloj varias veces a la semana, por ejemplo. Tal vez sea la mención repetida de un libro o una canción.
Oímos hablar de coincidencias como esta todo el tiempo. Tan a menudo, de hecho, que a veces los escondemos debajo de la alfombra y seguimos con nuestras vidas como si nunca hubieran sucedido.
Pero, ¿será que nos estamos perdiendo algo sagrado? ¿Quizás un faro de comprensión momentáneo de un poder superior?
El destacado psiquiatra suizo, Carl Jung, acuñó el término sincronicidad hace un siglo, creyendo firmemente que todos estamos íntimamente conectados a través de una conciencia universal colectiva. Si bien el término se ha mantenido, muchos científicos creen que esto es solo un truco que nuestra mente nos está jugando a través de una tendencia conocida como sesgo de confirmación.
La esencia de esta segunda teoría es que la mente humana tiene la habilidad de ver diseños y hacer conexiones en patrones aparentemente aleatorios. Por ejemplo, si subconscientemente crees que la energía del águila es importante, es posible que empieces a notar más a las águilas, aunque tu exposición diaria a estas majestuosas criaturas sea la misma de siempre.
Los chamanes que he conocido tenderían a estar de acuerdo con Carl Jung, viendo la sincronicidad como una señal cósmica de que vas en la dirección correcta. Hablando personalmente, una pluma brota por todas partes cuando soy fiel a mí misma, y se desaparece si me desalineo.
¿Y tú qué crees?
¿Son estos patrones inusuales e inexplicables realmente la forma en que el universo intenta comunicarse con nosotros? Cuando vemos algo una y otra vez, ¿es un mensaje para que prestemos más atención a la cantidad infinita de información que está justo frente a nosotros, esperando ser reconocida?
Todo lo que sé es esto: hay algo profundamente reafirmador y tranquilizador cuando estos faros divinos aparecen en nuestras vidas. Nos recuerda que nuestra especie realmente sabe muy poco sobre el complejo funcionamiento interno de esta realidad. Y todo es posible.
Un concepto que me llegó durante una meditación hace unos años me ha estado sirviendo a mí y a los de alrededor de mí con una pauta muy valiosa:
“Nuestra realidad es aquella de nuestras percepciones a la que más atención prestemos. Entonces, para cambiar nuestra realidad solo necesitamos cambiar nuestro foco de atención”.
¡Realmente puede ser así de fácil! La próxima vez que te encuentres descontento con cualquier aspecto de tu vida, simplemente comienza a concentrarte en el lado positivo. Concéntrate en tus fortalezas, en las cosas que te traen alegría… ¡a ver qué sucede!
En el espíritu de traer más sincronicidad y conexión sagrada a nuestras vidas, quería compartir algunas formas de despejar y hacer espacio para que suceda más.
3 secretos de sincronicidad
- Elimina la palabra “coincidencia” de tu vocabulario. Si piensas en algo simplemente como una coincidencia y no divinamente diseñado para ti, no buscarás su significado más profundo, y entonces los mensajes pueden dejar de llegar si siguen cayendo en oídos sordos.
- Estate dispuesto a “ofrecer” algo al universo. Tal vez un sueño o una meta. Estos son a menudo los momentos en los que estás más abierto y presente. Tal vez todo esto esté ligado de alguna manera a la inspiración, que puede ser una forma de sincronicidad. Por ejemplo, cuando comenzamos a crear un nuevo proyecto, casi tenemos que abrirnos y comenzar a confiar en el universo para ayudar a sacarlo adelante, lo que ayuda a abrir las compuertas de los mensajes sincronísticos. Es casi como si el universo nos estuviera diciendo: “Está bien, ahora que vas a exponer esto, debes comenzar a prestar atención”.
- Sigue tu inspiración. La próxima vez que sientas curiosidad por algo, no lo cuestiones. Da un paso adelante y observa qué sucede.
Prueba lo anterior durante unas semanas y presta mucha atención. Es posible que te encuentres repentinamente inundado con todo tipo de sincronicidades mágicas y maravillosas.
“Todos nosotros, seamos guerreros o no, tenemos un centímetro cúbico de probabilidad que aparece frente a nuestros ojos de vez en cuando. La diferencia entre un hombre común y un guerrero es que el guerrero es consciente de ello, y una de sus tareas es estar alerta, esperando deliberadamente, para que cuando le salga su centímetro cúbico, tenga la velocidad necesaria, la destreza, para recogerlo.”
—Carlos Castaneda
¡Mantente curioso!