Saliendo del hoyo
He aquí una situación que te resultará familiar:
Estás trabajando a toda máquina inspirado y motivado personal y profesionalmente. Las cosas te están resultando fáciles. Te despiertas a tiempo, logras tu rutina matutina y avanzas hacia lo desconocido de tu día con confianza. Estás en el flujo.
Entonces, de repente, no lo estas.
No estás seguro de por qué, pero tu motivación e inspiración se agotan. Las cosas se vuelven muy, muy difíciles. Luchas por levantarte a tiempo, te saltas la rutina matutina y te sientes lento a medida que avanzas en el día.
Estás en un hoyo.
Está bien, todos hemos estado allí. Es especialmente común para personas ambiciosas y de alto rendimiento, que tienden por defecto a un estado de quemar la vela en ambos extremos.
Hoy, compartiré mi método de tres pasos para salir del hoyo y volver al camino correcto.
El método de los tres pasos
La semana pasada, me sentí cayendo en un hoyo.
La primera señal fue que me sentía agotado física y mentalmente: no quería despertarme a mi hora normal, no quería viajar a un evento emocionante al que me había comprometido y no quería avanzar con mis apuntes diarios, que normalmente amo.
Afortunadamente, he desarrollado un conjunto útil de principios para manejar estos cambios y resolverlos.
Sigo tres pasos generales…
Paso 1: Deja de Cavar
Piensa en estar en una hoyo como estar en el fondo de un agujero. Por lo general, nos estamos hundiendo más profundamente en ese agujero sin darnos cuenta.
Las dos formas más comunes en las que nos cavamos más profundamente:
Negatividad: es fácil ser duro contigo mismo cuando estás en una hoyo. Empiezas a usar un diálogo interno negativo para criticar tu falta de motivación y disciplina. La negatividad es una profecía autocumplida: comienzas a creer cosas negativas sobre ti mismo, lo que te lleva a encontrar evidencia para respaldar esas creencias negativas. Esto te está hundiendo más en el agujero.
Agotamiento: imagina un coche atascado en el barro. Las personas ambiciosas asumen que pueden sacar el auto del lodo acelerando el motor y propulsándolo hacia adelante, pero el neumático gira cada vez más rápido y el auto se hunde cada vez más.
La mayoría de nosotros hemos sido condicionados a creer que el descanso es malo: pérdida de productividad y pérdida de tiempo. Nos hundimos más porque evitamos el descanso que necesitamos.
El primer paso es dejar de cavar.
Actualiza tu mentalidad: elimina la negatividad y tómate un descanso. Si te das cuenta de que está ocurriendo un diálogo interno negativo, detenlo en seco.
Descansa: cuando te encuentres en una hoyo, no intentes salir de ella en un instante. Date el tiempo y el espacio para descansar. Recuerda que “descansar” no solo significa dormir. Considera los siete tipos de descanso aquí.
Si has dejado de excavar con éxito, felicidades, has superado la parte más importante.
Paso 2: cambiar de dirección
El siguiente paso para salir del hoyo es cambiar de dirección.
Hay toda una variedad de factores que están fuera de tu control y que pueden haber contribuido a que caigas en el hoyo, pero este paso se enfoca únicamente en aquellos que están bajo tu control.
Mira interna y externamente los controlables:
Internamente: ¿Cómo soy cómplice en la creación de las condiciones que no quiero? Esta pregunta lo obliga a hacer una pausa y mirar hacia adentro, para preguntar si hay acciones, mentalidades o patrones a través de los cuales estaba contribuyendo a la rutina. ¿Cómo puedes cambiar esas condiciones?
Externamente: ¿Cómo está tu entorno dando forma negativa a esta realidad? La mayoría de las veces, tu entorno contribuye a tu hoyo. Es posible que solo necesites un cambio de escenario, o que debas eliminar a algunas personas o cosas que están drenando tu energía y contribuyendo al ciclo negativo.
A medida que cambias de dirección, concéntrate en tu identidad: ¿Qué espacio mental y físico ocuparía aquí la versión ideal de ti mismo?
Paso 3: Crear movimiento
El último paso para salir de la rutina: Muévete.
Si esperas para actuar hasta que te sientas motivado, es posible que nunca comiences. La motivación es un subproducto natural del movimiento. En caso de duda, simplemente comienza a moverse.
Movimiento —> Impulso —> Motivación
Para iniciar el ciclo, todo lo que tienes que hacer es generar un poquito de movimiento. Si haces eso, puedes reclinarte y dejar que te lleve a dar un paseo.
Mi método favorito para generar movimiento: Progreso Mínimo Viable.
El Progreso Viable Mínimo dice que solo haz un poquito, ya que cualquier cosa por encima de cero es avance.
Si estás tratando de volver a tu hábito de hacer ejercicio, no te preocupes por ir al gimnasio durante dos horas, simplemente sal a caminar durante 15 minutos.
Si estás tratando de volver a tu flujo de trabajo, no te preocupes por ejecutar bloques de cuatro horas de trabajo profundo, solo concéntrese en una tarea durante 15 minutos.
Evita la tendencia a pensar que el movimiento tiene que ser perfecto o robusto. Como dice el autor de Atomic Habits, James Clear: “El hecho de que no sea óptimo no significa que no sea beneficioso”.
Estrecha tu enfoque y comienza con algo pequeño, incluso minúsculo. Construye desde allí.
Permanecer en El Juego
La vida es un juego muy, muy largo que se reduce a permitir que las acciones positivas se suman a largo plazo. Con esto en mente, permanecer en el juego es lo más importante.
Los hoyos sucederán.
Cuando lo hagan, disminuye la velocidad y permítete trabajar a través de ellos. Lo peor que puedes hacer es presionar el motor con más fuerza y arriesgarte a salir del juego por un período más largo que si hubieras trabajado atravesándolo.
Pruébalo y déjame saber lo que piensas.