Hipnotizándote
Toda mi experiencia trabajando con esta maravillosa modalidad está colorida por sanaciones y experiencias milagrosas. Es sorprendente ver como una persona se transforma al deshabilitar la mente consciente y crítica; llegando a lucir su verdadero ser, su alma que cada vez nos recuerda de que realmente somos seres espirituales viviendo una experiencia física, en lugar de lo opuesto.
Mientras no experimentes la hipnosis, no podrás concebir la magnitud de lo que estoy hablando.
En los siguientes artículos iré cada vez más profundizándome en los componentes y diferentes aspectos del trance hipnótico y la hipnoterapia. Desde la energía hasta la neuroplasticidad y más allá.
Primero lo primero, veamos las bases:
La hipnosis es un estado natural con una cualidad extraordinaria de relajación mental, física y emocional.
Natural, porque contrario a la creencia popular, entrar en el estado hipnótico es una habilidad humana que todos poseemos.
Extraordinaria, porque el tipo de relajación que se logra en este estado alterado no se puede obtener en ningún otro proceso. La mayoría de las personas sienten una liberación total del estrés acumulado en todos los niveles cuando están en hipnosis.
En su forma natural
De hecho, dependiendo de nuestras actividades, experimentamos varios niveles de hipnosis múltiples veces al día. Los diferentes niveles de estados de trance ocurren en diferentes longitudes de onda cerebral. Estudios han demostrado que a partir de tan solo 3 segundos a no más de 3 minutos de ver televisión, nuestro cerebro entra en un estado sugestionable, en ondas Alfa. ¡No es de extrañar que existan comerciales! En ese estado, nuestra mente crítica pasa a un segundo plano y permite que la mente subconsciente reciba nueva información (programación subliminal).
Para darte otro ejemplo, piensa en lo que sucede cuando te vas a la cama por la noche: te acuestas, cierras los ojos, tu respiración se ralentiza; inclusive podría ser posible que hayas tenido el impulso de inhalar profundamente tan solo leyendo estas últimas palabras. Cada vez que escucho la palabra “respiración” lo hago justo eso. Si esto también fue tu caso, es porque acabas de experimentar el poder de la visualización afectando el cuerpo físico. ¡Genial!
En este proceso de quedarte dormido justo antes de que realmente te duermas, imágenes comienzan a pasar por tu mente como si soñaras, aunque no te has dormido aún. Incluso puede ser que algunos de tus músculos se contraigan involuntariamente en ese momento a medida que la tensión diaria se libera de tu cuerpo.
Ese es el estado de sonambulismo que ocurre cuando las ondas cerebrales cambian a theta. La forma más profunda de trance. ¡El lenguaje de la mente subconsciente es a base de imágenes!
El tercer ejemplo sería si tienes hijos o alguna vez cuidaste a algún niño, puede que les hayas leído un cuento. Visualiza esto: el niño está totalmente atento a la historia (está en ondas beta), te vas dormitando con cada línea (estas en ondas alfa) y de repente estás hablando de una cosa completamente diferente, mientras dicho niño te mira desconcertado. A través de un giro repentino la historia del dragón mágico volando a través de cascadas y bosques densos, se acaba de convertir en tu lista de compras, lavandería u otros menesteres (a veces poco realistas). ¿Te suena familiar? Me ha pasado unas cuantas veces…
Ese también es el estado de trance sonámbulo. A pesar de que solo pasamos un instante en éste, ante nosotros se despliegan actividades equivalentes a varios minutos, inclusive horas. Teóricamente esta onda se caracteriza por la dilatación del tiempo tal como lo conocemos. En mi opinión esto ocurre porque en ese otro lado no existe el tiempo. En todo caso, esta característica de la onda cerebral Theta es lo que le ha valido el estatus de “portal interdimensional”.
En su forma terapéutica
Este es el nivel de trance que induzco y en el que trabajo durante una sesión de regresión a vidas pasadas QHHT. En el transcurso de un par de horas visitamos 2 ó 3 vidas, repasamos sus lecciones, morimos y renacemos cada vez, revisamos el estado entre vidas y dialogamos con tu Guía Espíritu – o quizás tú le llamarías Ángel de la Guarda.
Repito, todo esto ocurre en tan solo un par de horas.
¡Ojalá y te des la oportunidad de experimentarlo!
El otro sistema que empleo para sanar o mejorar un amplio espectro de condiciones o problemas de salud, psicológicos, mentales, conductuales o espirituales, es la Hipnoterapia Integral.
Un enfoque que combina hipnoterapia clásica con métodos y protocolos modernos.
Integra tradiciones de sabiduría perenne, asesoramiento filosófico y entrenamiento en potencia humana – incluye coaching de habilidades para la vida y ciencias mentales aplicadas. Es un enfoque basado en evidencias.
Mi metodología es excepcionalmente colaborativa, efectiva y personalizada. Al adaptar el trabajo a ti como individuo en lugar de enfocarme en el problema como algo generalizado, nos garantiza que ninguna piedra quede sin voltear en nuestra exploración al localizar, editar o reemplazar cualquier programación subconsciente que esté afectando hoy tu vida negativamente.
Apegándome a los más altos estándares y disciplina profesional, aplico de una forma especialmente sintetizada mis herramientas y recursos, partiendo desde y enfocándome en tus fortalezas y no en tus debilidades.
El resultado es un método dinámico, novedoso y de gran eficacia para fomentar el autoconocimiento y la superación personal; tu bienestar general. Es una alquimia mental que alinea tus 3 sistemas básicos: físico, emocional y mental. Para lograrlo, es indispensable que comprendamos y apliquemos las leyes fundamentales de la energía, tanto dentro de nosotros mismos como a nuestro alrededor.
Partiendo desde tus infinitas posibilidades de ser, elegimos la versión y la ruta más óptimas ¡para que a través de ellas tu experiencia de vida se vuelva más plena, más abundante y más gozosa!
¡NO TIENES QUE CREER QUE FUNCIONA, SOLO DESEAR QUE EL CAMBIO OCURRA!