¡Sé el venado!

Explicó que son un fuerte animal de poder y un gran modelo a seguir de que los humanos aprendamos.

“Un venado sabe que es un venado. No tiene conflictos internos sobre su pasado, su propósito, sus necesidades o su destino. Vive el momento y es 100 por ciento ingenioso en todo momento, minuto a minuto, sus sentidos completamente agudos, su enfoque puro y sin agobios”.

¿Puedes decir que pasas la mayor parte de tu día de esta manera? ¿O incluso solo una hora? Algunos podrían argumentar que esto ni siquiera es posible en el mundo actual.

Si bien es posible que no podamos vivir con mentes completamente claras y abiertas como nuestras contrapartes peludas, PODEMOS comenzar a nutrir períodos más largos de esta pureza en nuestras vidas.

Cómo hacemos esto?

Una técnica antigua:

La práctica a continuación se trata de darse cuenta y evitar que te vuelvas descarrilado mental y emocionalmente. ¿Qué quiero decir con la palabra “descarrilado”? Me refiero a cualquier momento en que te permitas distraerte con pensamientos que no te sirven.

Por ejemplo, te despiertas y estás teniendo una hermosa mañana hasta que te ves en el espejo y notas algo que no te gusta. “Vaya, me estoy poniendo… (completa el espacio en blanco con tu disgusto personal sobre ti: viejo, gordo, flaco, calvo, feo, pálido, estúpido…)”.

Esta es la brillante y reluciente señal de desvío que te hace señas para que dejes de transitar por tu camino pacífico y comiences a participar en un autoanálisis negativo. La mayoría de las veces ni siquiera nos damos cuenta de esta señal, simplemente salimos volando de la carretera hacia el valle de espiral para abajo.

Este puede ser un diálogo de 5 a 10 minutos contigo mismo, cargado de pensamientos inferiores, que agota tu energía durante una hora y, a veces, todo el día.

La situación del espejo es sólo un ejemplo. Puede ser una llamada telefónica, un mensaje de texto, un inconveniente menor que desencadene una respuesta de estrés o el producto de simplemente pensar demasiado en tu vida con un cerebro sobrecargado en lugar de estar en el momento.

Este proceso interior de enfoque agudizada es auto-hipnosis. Y como tal nos programa para ser exactamente lo que pensemos! 

Tantas formas de llegar, pero el destino es el mismo.

Descarrilado.

A medida que trabajas con ellos, comienzas a ver estos desvíos mentales por lo que realmente son: barras invisibles de una jaula que aprisionan su verdadero ser.

Así es como me enseñaron a abordar estos escollos engañosos y romper las cadenas:

1) Elije una hora en tu día. No necesitas estár en silencio, o libre de distracciones. Esta práctica se realiza mejor durante tu vida cotidiana. Puedes estar en el trabajo, con la familia, haciendo los menesteres del hogar, de excursión; lo único que importa es que comiences esta hora con un estado de ánimo positivo y feliz.

2) La práctica es simple. Todo lo que quiero que hagas es continuar por la vida durante los próximos 60 minutos, permaneciendo tan tranquilo como puedas. El único trabajo que debes hacer es prestar atención a tus pensamientos y notar con delicadeza cada vez que te encuentres cayendo en un diálogo interno negativo o descarrilándote.

Este descarrilamiento no necesita ser importante para que califique; puede ser tan sutil como un juicio de dos segundos o un breve momento de ansiedad.

Para ser clara, esta práctica no se trata de trabajar con el patrón de pensamiento negativo en absoluto. Simplemente estamos haciendo un inventario de lo que surge en nuestra periferia en el transcurso de una hora de vida diaria. Cuanto más emocionalmente neutral puedas ser, más información recogerás.

3) Escribe estos pensamientos a medida que vayan surgiendo, para poder trabajarlos más tarde.

El chamán me dio este pedacito de sabiduría antes de comenzar:

“Observamos nuestros pensamientos como un niño en la orilla de un río, observando lo que pasa flotando. Curiosos, incluso juguetones, pero desapegados”.

Este hábito de vida me ha ayudado de dos maneras clave:

• Estos puntos de disrupción son grandes entradas o portales hacia un trabajo interno más profundo.
• El simple acto de observar y reconocer sus factores desencadenantes con un ojo abierto y neutral puede brindarles sanación, en formas que tu cerebro no puede cuantificar. La luz de tu conciencia es curativa en sí misma.

Si estás preparado, me gustaría desafiarte a una de estas horas de poder de autodescubrimiento. Cualquiera puede hacerlo, y los beneficios para el cuerpo y el alma pueden ser extraordinarios.

Sí, esto es trabajo. Pero es uno de los trabajos más gratificantes que conozco.

¿Estás conmigo?

Si es así, ¡manténme informada sobre lo que experimentes! Estamos todos juntos en esto 🙂

Mantente curioso.